miércoles, 21 de noviembre de 2012



La logoterapia posee una visión antropológica y epistemológica propia la cual se considera al ser humano desde una visión somático-psico-social-espiritual en donde la parte somática refleja una parte de ser pero no la totalidad, del mismo modo que sucede con la parte psíquica y espiritual. "La logoterapia es una psicoterapia que arranca desde lo espiritual y el análisis existencial es una psicoterapia que se orienta hacia lo espiritual." (Martínez, 2001). Lo espiritual, noético o noológico como lo nombra Frankl, es el núcleo sano de la persona, es la dimensión integradora y especifica del ser humano que se reconoce a través de sus manifestaciones.
En la dimensión integradora están contenidos los recursos noéticos que son entendidos como las capacidades o manifestaciones espirituales expresadas por el autodistanciamiento que es la capacidad humana de tomar distancia de sus mandatos y necesidades, ya que ésta es la manifestación de la libertad y se da gracias a la autoconciencia reflexiva del hombre; y la autotrascendencia que es la capacidad intencional del ser humano dirigirse hacia algo o alguien significativo fuera de sí mismo. Hay que tener que el concepto espiritual de Frankl no se vincula a lo religioso.
Dentro de la logoterapia hay cuatro axiomas o pilares espirituales:
El posee una libertad de la voluntad (Responsabilidad) es decir el ser humano es libre de elegir y es por esto que es responsable de las consecuencias que trae lo elegido libremente; el hombre tiene una voluntad de sentido (Valores objetivos); el busca sentido de vida (Suprasentido y sentido del sufrimiento); el hombre es libre, dentro de sus obvias manifestaciones, para consumar el sentido de su existencia.
Ahora bien, después de hecho mención de los conceptos que conforman el eje de este artículo, es posible comenzar a desarrollar la descripción de la relación que hay entre la falta de sentido y la farmacodependencia.
El sentido no es una dirección o una meta; tampoco es solamente un sentimiento o una emoción, pero si no emociona no es sentido; mucho menos es sólo una lógica; no es sólo significado y absolutamente no es sólo placer, hay muchas cosas que dan placer y no dan sentido; las adicciones son un muy ejemplo de ello. (Martínez, 2008).
"Juan pensó durante un buen tiempo que fumar marihuana era lo que más sentido le daba a su vida, creía que la marihuana era su motor, pues sólo pensar en que lo haría lo emocionaba; sin embargo, empezó a descubrir que a pesar de su consumo constante, a veces se sentía vacío y con la sensación de "No me hallo"; empezó a descubrir que una emoción no necesariamente lo llenaba ni plenificaba y aunque de tenía como meta defender la marihuana, dicha meta y las sensaciones que le generaban, parecía no llenarlo.(…)".(pag. 7)
La dimensión noética se limita por la forma de llevar la vida previamente al con las sustancias o las conductas adictivas, esto forja el desarrollo de una adicción; sin embargo, para la logoterapia la persona no es adicta, simplemente tiene una adición, esto por su visón humana del hombre.
En la logoterapia se hace una clara diferenciación entre lo que es el consumo y lo que una adicción. El consumo es una estrategia de afrontamiento ante lo que vive lo psicofísico y la adicción es en primer lugar, un fenómeno que se manifiesta cuando la estrategia de afrontamiento a enfermado lo psicofísico restringiendo las manifestaciones espirituales; y en segundo lugar, cuando la dimensión espiritual ya se encontraba parcialmente restringida teniendo una mayor vulnerabilidad. La logoterapia habla de adicción, cuando las manifestaciones de los recursos noéticos se encuentran seriamente disminuidas. (Liendo, 2006)
En el fenómeno de la farmacodependencia, se presentan varias por las cuales el ser humano no alcanza la trascendencia. La afectada la libertad y la responsabilidad, el ser humano no decide porque no se hace responsable de sí mismo, delega su sentido a una conducta adictiva, por lo tanto no es libre. La segunda restricción afecta su voluntad de sentido, sus no son claros y por lo tanto no lo impulsan hacia el sentido que el mismo ha determinado seguir. La tercera restricción, limita su sentido de vida, el sentido del sufrimiento y el suprasentido, la apersona no logra resignificar sus experiencias, no alcanza a diferenciar el sufrimiento fértil del no fértil, y por lo tanto no logra trascender como ser humano. (Martínez, 2003).
Con lo anteriormente mencionado, se hace una descripción general de la noción que tiene Logoterapia del fenómeno de la farmacodependencia. Lo que se desarrollará a continuación es la forma como a partir de la idea de que todo ser humano posee un núcleo integrador en el que están contenidos los elementos que le permiten trascender.
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